Desde el inicio de la crisis generada por el brote del COVID-19, desde nuestro Grupo Cooperativo Cajamar estamos respondiendo al reto que supone equilibrar las obligaciones que emanan por la propia naturaleza de nuestra actividad financiera como servicio básico y esencial. Se trata de garantizar la prestación de servicios a nuestros socios y clientes, al mismo tiempo que la salud de nuestros profesionales, procurando minimizar la actividad presencial y evitar potenciales contagios.
En este sentido se han tomado medidas como la concentración temporal de oficinas en localidades en las que contamos con varias sucursales, manteniendo por tanto la prestación del servicio en todas ellas, así como la reducción del horario de atención al público, para contribuir a evitar en lo posible la presencia de personas en las calles. Además, todo el personal de nuestros servicios centrales y direcciones territoriales ha sido habilitado para quedarse en casa trabajando mediante sistemas telemáticos.
Para lograrlo hemos puesto en marcha una serie de medidas en un tiempo récord en aras de garantizar la ciberseguridad, la eficacia de los sistemas y procurar una comunicación fluida y constante en remoto entre todos los miembros de nuestra organización. Acompañando a estas acciones, cabe destacar también las diferentes medidas de conciliación disponibles en base a los turnos de teletrabajo o alternativas como la reducción de jornada, flexibilidad horaria, excedencias para cuidado de hijos, permisos cotizados no retribuidos, etc.
El teletrabajo como oportunidad sostenible de futuro
Es muy probable que la crisis que el COVID-19 está generando, como ya ocurriera en situaciones anteriores, sirva como detonante de cambio en las relaciones económicas y sociales, dando lugar a nuevas oportunidades que mejoren el mundo tal y como lo conocemos.
El teletrabajo sin duda representa una de esas oportunidades que esta crisis está poniendo de manifiesto, mostrando prometedoras posibilidades en el ámbito de la conciliación familiar, la productividad y para el medioambiente, ya que una reducción de los desplazamientos desde los hogares a los centros de trabajo provoca un descenso en la emisión de gases contaminantes y un impacto positivo en nuestro planeta.
Un rasgo diferencial de nuestro Grupo Cajamar es su capacidad para adaptarse, superar y aprender de los momentos de dificultad. Este hecho, junto con nuestro firme compromiso con el desarrollo sostenible y la decidida apuesta por la igualdad y la conciliación familiar, convierte el teletrabajo no solo en una medida de contingencia, sino en una opción más de futuro que estudiar y que esta crisis servirá para testar y validar.