Desde que el Grupo Cooperativo Cajamar aprobara su Sistema Ético de Gestión y decidiera fomentar la Inversión Socialmente Responsable, se han establecido un conjunto de criterios en la gestión de los fondos de inversión entre los que cabe destacar:
- No invertir en aquellas empresas que bajo criterios: social, ambiental y gobernanza presenten un peor desempeño.
-
No utilizar paraísos fiscales para la gestión de los recursos, bien sean propios, bien sean de socios y clientes.
Desde entonces han desarrollado un conjunto de procesos y metodología que a través de su gestora TREA ha logrado que el 97,9% del patrimonio total gestionado en fondos de inversión contemple criterios ISR.
La sostenibilidad es un asunto que nos afecta a todos, quizás por ello en todas las encuestas podemos comprobar como crece en la sociedad la preocupación por el cambio climático, las cuestiones medioambientales, las formas en las que empresas tratan a sus trabajadores así como la responsabilidad social corporativa.
En el mundo de las inversiones, estas preocupaciones se refieren a menudo a la «Inversión Socialmente Responsable (ISR)» y cada vez son más los inversores interesados en contemplar criterios ISR en sus carteras de inversión.
Para muchos, su interés está basado en valores. Quieren invertir en empresas cuyas actividades reflejan sus preocupaciones sobre la sostenibilidad.
Para otros, entre ellos muchos gestores de activos que ahora incorporan la ISR en sus procesos de inversión, el interés está dirigido a minimizar riesgos económico-financieros de naturaleza social o ambiental y el riesgo reputacional siempre presente de forma colateral a estas cuestiones.