En esta coyuntura tan excepcional, ante la pandemia del COVID-19, el real decreto del estado de alarma ha definido las actividades profesionales que son esenciales por la naturaleza del servicio que prestan a la ciudadanía. Entre ellas, la actividad financiera. De hecho, en situaciones anómalas como la presente, la banca centra su actividad en proporcionar liquidez y crédito a empresas, colectivos profesionales y familias para que puedan afrontar y superar una situación tan compleja a la que nos estamos enfrentando. De ahí la importancia que adquiere como un sector esencial, básico, para que las familias y las empresas asuman los menores costes y riesgos posibles, teniendo cerca su banca de confianza.
En este sentido, en nuestro Grupo Cooperativo Cajamar asumimos el papel que nos corresponde como servicio básico y esencial en una economía avanzada. Actuando como correa de transmisión de las medidas económicas decretadas, para la generación de liquidez y crédito, de modo que surtan efecto cuanto antes en las familias, las empresas y los autónomos, y que el impacto de esta crisis sanitaria y económica sea el menor posible. Así, todos estamos volcando nuestros esfuerzos para ofrecer soluciones financieras a nuestros socios y clientes, a través de nuestros servicios de banca telefónica, banca digital, app y las más de 800 oficinas abiertas por toda la geografía nacional para atender y proporcionar nuestros servicios financieros. Y de igual modo hemos reforzado nuestros canales telemáticos para garantizar la calidad de nuestros servicios y evitar que nuestros clientes tengan que desplazarse a las oficinas para realizar sus operaciones básicas habituales.
Un modelo de banca social y cooperativa
En esta situación, en la que la movilidad de las personas está limitada por el estado de alarma, es cuando más se pone de manifiesto la labor esencial que realiza una banca próxima y cercana y, en concreto, la banca cooperativa Cajamar, que está muy presente en el ámbito urbano de las ciudades, y también en el medio rural y en pequeñas poblaciones de nuestro país, atendiendo las necesidades de liquidez y crédito de las familias, los autónomos y todo tipo de empresas. Y en particular, financiando a sectores estratégicos con los que tenemos un gran vínculo histórico e identitario, como es el caso de sector agroalimentario y la economía social.
En este esfuerzo colectivo que entre todos estamos haciendo, priorizando la salud y la vida de las personas más vulnerables a los eventuales efectos sobre la economía, desde nuestro Grupo Cooperativo Cajamar, conforme a nuestros principios y valores, anteponemos a las personas sobre cualquier otro interés. Nuestro objetivo, sin duda, es que nadie se quede atrás en esta crisis sanitaria, económica y social.