La educación de calidad es la base para mejorar la vida de las personas. Estamos orgullosos de los avances conseguidos en los últimos años, como el 91% de niños que se han matriculado en la escuela primaria en los países en desarrollo; pero 57 millones de niños continúan sin ir a la escuela. Cada uno de esos niños carece de las herramientas necesarias para encontrar un trabajo digno, así como para impedir que abusen de ellos. Y en las zonas de conflicto, los datos empeoran terriblemente. Allí se concentra el 50% de los niños en edad de recibir educación primaria pero no asiste a la escuela. En todo el mundo, el número total de jóvenes que carecen del nivel mínimo de alfabetización alcanza los 103 millones. ¡Es toda la población de México! Lo más triste de todo es que el 60% de todos esos jóvenes son mujeres.
Queremos construir y adecuar espacios escolares para facilitar el acceso a la enseñanza.
Queremos aumentar la oferta de maestros cualificados y docentes en los países en desarrollo. Ellos son la clave para proporcionar una educación de calidad.
Queremos aumentar el número de becas en el mundo, incluidos los programas de formación profesional.
Pero, ante todo, queremos conseguir que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, la cual debe ser gratuita, equitativa y de calidad. ¡Todos y cada uno de ellos tienen derecho!