Aunque parezca una lucha, en realidad la igualdad de género no es otra cosa que la base necesaria para conseguir un mundo productivo, sostenible y pacífico. Sin embargo, a pesar de ser un derecho fundamental, aún no hay una igualdad de derechos real. Las mujeres siguen sufriendo discriminación en la representación política, económica y pública, y siguen siendo víctimas de violencia y abuso. Debemos luchar para que algo tan básico como que los salarios sean equitativos se convierta en una máxima, y que todas las niñas tengan acceso a una educación, una sanidad y un trabajo digno. Todavía existen 15 millones de niñas que han sufrido matrimonios forzosos y hasta 113 millones de mujeres y niñas todavía sufren la mutilación genital.
¿ Y tú, qué puedes hacer?
Si está en tu mano, promueve e impulsa una mayor conciliación con medidas como el teletrabajo, el horario flexible y la reducción de jornada para ambos padres, al margen de su género.
Fomenta el diálogo y el debate sobre la igualdad para superar estereotipos y barreras culturales a la igualdad de género.
Impulsa un sistema de retribución salarial justo, sin discriminaciones, basado en productividad, competencias y méritos y no en el género.
Descubre las oportunidades de voluntariado presencial e incluso online contra la violencia de género. Puedes ayudar desde una conversación cálida hasta de manera creativa, diseñando logos o redactando textos desde casa.
Acércate a las entidades sociales que trabajan para ayudar a las mujeres víctimas de la violencia de género. Ayúdales en su labor. ¡Es más fácil de lo que piensas!
Tenemos que actuar ya.