- Se trata de una Incubadora de Alta Tecnología especializada en la Innovación Tecnológica y Gestión Sostenible del Agua, que acogerá a pymes y emprendedores dedicados a desarrollar nuevas iniciativas en esta materia.
- Apoyará a más de 150 empresas vinculadas con las tecnologías del agua y facilitará la creación de 39 nuevas empresas. Con ello se espera dar empleo a más de 260 personas.
- El proyecto promovido desde la Fundación Cajamar tendrá un importe superior a 3,2 millones de euros. Le ha sido adjudicado por la Fundación INCYDE y está cofinanciado por el Fondo Social Europeo de Desarrollo Regional.
- El Boletín Oficial del Estado publicaba el día 31 de mayo la resolución provisional de la Fundación Instituto Cameral para la Creación y Desarrollo de la Empresa (INCYDE) de la adjudicación en la Comunidad Autónoma de Andalucía de este nuevo proyecto de incubadoras de alta tecnología para el fomento de la innovación y la transferencia de la tecnología a las micropymes.
- La propuesta presentada por la Fundación Cajamar a la convocatoria de concesión de ayudas en régimen de concurrencia competitiva ha sido la que ha obtenido mayor puntación según los criterios de ponderación establecidos.
El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, ha explicado que el proyecto está destinado a la creación de una infraestructura que albergará una incubadora para empresas y tecnólogos, nacionales e internacionales, especializados en las nuevas tecnologías relacionadas con el uso eficiente y sostenible del agua con capacidad para generar empleo, para crecer y competir: “En Cajamar, conscientes como hemos sido siempre de la necesidad de realizar una gestión adecuada del agua, dado que es un recurso tan escaso como estratégico para el futuro, entendemos que es el momento de dar un nuevo paso adelante y el reto es dar la oportunidad a emprendedores y facilitar el desarrollo de iniciativas encaminadas a potenciar el mejor uso y gestión de los recursos hídricos. Por ello hemos propuesto la creación de una Incubadora de Alta Tecnología (IAT-AGUA) en Almería, para promover que las ideas innovadoras relacionadas con el agua puedan convertirse en productos y servicios que generen conocimiento, riqueza y empleo”, ha dicho.
“Con ello cumplimos con una de las prioridades de actuación fijadas en nuestro Fondo Social, considerada como estratégica por nuestro Consejo Rector, y damos respuesta a una de las principales preocupaciones y demandas de nuestros clientes del sector agroalimentario, para que la toma de decisiones relacionada con el desarrollo futuro de su actividad no dependa únicamente de políticas y actuaciones administrativas ajenas al mercado; al tiempo que ponemos de manifiesto el valor diferencial de Cajamar respecto al resto de entidades financieras”, ha destacado Eduardo Baamonde.
Por su parte, el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García Torrente, ha dado a conocer que el proyecto se ejecutará en la Estación Experimental de Cajamar ubicada en el paraje de Las Palmerillas. “Nuestra aportación consistirá en la construcción y dotación con los recursos más avanzados de un edificio de alta calidad que contará con espacios de trabajo común, salas de reuniones, auditorio y laboratorio, sala de videoconferencias, etc. Un entorno de experimentación abierto donde las empresas dispondrán de un banco de pruebas donde podrán co-crear innovaciones con otras empresas, y tendrán la oportunidad de formar parte del ecosistema de innovación promovido desde Cajamar, a través del cual tendrán la oportunidad de contactar con otros emprendedores, empresas, organismos públicos y privados de investigación así como con los usuarios de las tecnologías”.
Para todo ello, se implementará un plan de trabajo personalizado. Los investigadores de la Fundación Cajamar actuarán como tutores de las start-ups, y les facilitarán que puedan realizar sus análisis de mercado y de la competencia, identificando posibles nichos de mercado para sus actividades, así como obtener el distintivo de calidad como tecnología desarrollada y/o validada por la Fundación Cajamar y dar difusión a su tecnología aprovechando las actividades de transferencia desarrolladas. Además, en las distintas fases de implementación de los proyectos, tendrán acceso a las distintas vías de financiación habilitadas por Cajamar así como a través de la puesta en contacto con inversores particulares y fondos de capital semilla, capital riesgo e inversión.
La actividad de esta incubadora de emprendedores se desarrollará en el entorno de la Estación Experimental de Cajamar, que cuenta con 14 hectáreas, donde confluyen las necesidades de los usuarios, el conocimiento científico-técnico aplicado y los nuevos desarrollos empresariales, y se promueve la participación activa de agricultores, profesionales y empresas en diferentes programas de I+D en colaboración con universidades y centros tecnológicos.
Natalia Vázquez, directora de Proyectos FEDER de la Fundación INCYDE, ha destacado que la apuesta de la Fundación Cajamar por esta iniciativa situará a Almería como un referente nacional e internacional en materia de innovación y emprendimiento en torno al agua, fomentando e impulsando nuevos proyectos que favorezcan su mejor aprovechamiento y uso eficiente. Asimismo, ha destacado que “España es uno de los países líderes en incubadoras de altas tecnologías, que permitirán fortalecer las empresas”. Es más, ha sostenido que “la riqueza vendrá de la mano de iniciativas como esta, dirigida a transferir el conocimiento tecnológico y científico de los centros de investigación a las empresas, que al final son los motores de innovación tecnológica”.
¿En qué consiste este proyecto adjudicado a la Fundación Cajamar?
El director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar ha anunciado que el proyecto de Incubadora de Alta Tecnología adjudicado a la Fundación Cajamar se desarrollará durante un periodo de cinco años. Durante los dos primeros se construirá y equipará la infraestructura y se iniciará la prestación de servicios de apoyo para la incubación y aceleración de proyectos, actividad que se desarrollará ya a plena capacidad durante los siguientes tres años.
“Los objetivos planteados consisten en el apoyo a más de 150 empresas vinculadas con las tecnologías del agua y la creación de 39 nuevas empresas. Con todo ello se espera dar empleo a más de 260 personas”, ha precisado Roberto García Torrente.
“Un factor clave en la concesión de este proyecto a la Fundación Cajamar ha sido la amplia trayectoria en el apoyo a la innovación, que venimos desarrollando desde el año 1975 en nuestra Estación Experimental ubicada en el paraje de Las Palmerillas de El Ejido, y el modelo de trabajo colaborativo que desarrollamos integrando a los tres grupos de agentes claves: los agricultores y sus organizaciones de transformación y comercialización, las empresas de la industria auxiliar y los centros públicos y privados de generación de conocimiento. Prueba de ello es que durante el año 2017 hemos desarrollado 104 proyectos en los que han colaborado 164 organizaciones”, ha referido.
“También ha sido muy valorado el esfuerzo de Cajamar por trasladar al sector productor las últimas tecnologías disponibles, habiéndose celebrado en 2017 un total de 150 actividades de transferencia en las que han participado más de 10.000 profesionales; así como las 265 visitas realizadas a nuestras estaciones experimentales en Almería y Valencia por 4.186 profesionales procedentes de 40 países”, ha informado el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar.
¿Qué son las Incubadoras de Alta Tecnología?
Las Incubadoras de Alta Tecnología son centros avanzados de referencia europea para el fomento de la innovación y la transferencia de la tecnología a las micropymes, que se conciben como un instrumento fundamental para promover el crecimiento inteligente, sostenible e integrador que la Unión Europea persigue para los próximos años.
La Fundación INCYDE participa dentro del Programa Operativo FEDER de Crecimiento Inteligente 2014-2020 como Organismo con Senda Financiera, con una ayuda procedente de Bruselas de 21,6 MM€ para su ejecución.
El proyecto Incubadoras de Alta Tecnología contempla una realización inicial de unas infraestructuras repartidas por todo el territorio nacional, y acordes a las RIS3, que ayudarán a posicionar a cada región en nichos o mercados globales concretos y en cadenas de valor internacionales. El proyecto integra un conjunto de líneas de acción destinadas a conseguir un objetivo único: la contribución al desarrollo del tejido productivo regional, a través del incremento de la tasa de supervivencia de las micropymes, motivada por la incorporación de la I+D+i en su actividad habitual. Las incubadoras serán una herramienta fundamental para contribuir al posicionamiento de España en el ranking establecido por la Unión Europea para el periodo 2014-2020.
En el caso de Andalucía se desarrollará en el marco de laEstrategia de Investigación e Innovación para la Especialización Inteligente de Andalucía, RIS3 ANDALUCIA, siendo hasta el momento el proyecto de Incubadora de Alta Tecnología del Agua presentado por la Fundación Cajamar el único adjudicado.
Presentación de la Incubadora de Alta Tecnología para la Innovación Tecnológica y la Gestión Sostenible de los Recursos Hídricos
Dirección de Innovación Agroalimentaria de Cajamar
1. Antecedentes
Cajamar Caja Rural ha tenido históricamente una estrecha relación con los proyectos vinculados a la mejora de la dotación en recursos hídricos y la adecuada gestión de los mismos. Tanto desde el punto de vista financiero, aportando los recursos económicos para abordar las inversiones necesarias, como desde el ámbito de la innovación, ya que las líneas de investigación vinculadas con el agua han estado presentes en los trabajos desarrollados en las Estaciones Experimentales de Cajamar desde su creación en 1975.
El agua ha sido un asunto troncal en nuestras actividades de investigación y ha estado presente en numerosos proyectos, unas veces ejecutados por iniciativa propia y en solitario y en otros participando en colaboración con socios nacionales e internacionales. Entre las principales líneas que hemos trabajado se encuentran:
- La implantación de sistemas de riego localizado.
- El empleo de sensores para conocer la disponibilidad de agua en suelo.
- La recirculación de soluciones nutritivas.
- El diseño de herramientas para la ayuda en la toma de decisiones de riego.
- Las estrategias de riego deficitario.
- La modernización de las infraestructuras de distribución de agua.
- Los riegos a la demanda y control de consumos.
- La mejora de la gobernanza en comunidades de regantes.
- La monitorización de acuíferos.
- La regeneración y reutilización de aguas contaminadas.
- El almacenamiento y transferencia de recursos.
- La generación de recursos hídricos alternativos (desalación).
Esta preocupación por el agua ha estado motivada por el fuerte arraigo territorial que tenemos en una región con escasos recursos hídricos, como es el Levante español. Lo que nos ha llevado a ser muy eficientes en el uso de los mismos.
Una muestra de dicha eficiencia es que las siete provincias mediterráneas que van desde Málaga hasta Castellón tienen una superficie total de regadío de 567.000 hectáreas, lo que representa el 3,6 % de las tierras labradas del país, y generan el 31,3 % del valor de la producción vegetal.
Esta capacidad para desarrollar tecnologías relacionadas con el uso del agua ha hecho que seamos un referente internacional en tecnologías de regadío, con una presencia cada vez más importante de las empresas en los mercados internacionales.
Además del empleo en la agricultura, el agua también es un recurso básico para facilitar a la población servicios que influyen sobre la calidad de vida. Las siete provincias anteriormente mencionadas presentan un fuerte carácter emprendedor, con elevada capacidad para generar empleo y atraer personas desde otras zonas, lo que ha hecho que su evolución demográfica haya sido muy positiva y actualmente representan el 20,8 % de la población española.
La escasez de recursos hídricos que tradicionalmente ha afectado al Levante español probablemente se verá acentuada en los próximos años, como consecuencia de los efectos del cambio climático y de la variabilidad de las precipitaciones. Y afectará cada vez a más regiones.
Al mismo tiempo, el reto de acceso al agua está condicionando el desarrollo de amplias regiones del planeta y va a ser crítico para poder aumentar la producción de alimentos requerida, estimada según la FAO en más de un 60 % con respecto a la producción actual de cara al año 2050. Al mismo tiempo, la progresiva concentración de la población mundial en las ciudades también va a requerir de un esfuerzo importante para asegurar el suministro adecuado de agua con la calidad necesaria. Según la ONU, actualmente el 50 % de la población vive en ciudades, pero se espera que esa proporción se incremente hasta el 80 % en 2050.
2. Oportunidad de las tecnologías relacionados con el agua
Consideramos que una parte importante de los problemas de disponibilidad de agua necesaria para el abastecimiento urbano y para el desarrollo de determinadas actividades productivas, especialmente las agrarias, pueden ser resueltos mediante innovaciones tecnológicas y la mejora en los sistemas de gestión implementados.
Por un lado, extendiendo las modernas tecnologías de riego hacia los territorios que han disfrutado habitualmente de excedentes hídricos se podrían conseguir notables ahorros en el consumo, lo que dejaría recursos disponibles para poder ser empleados en usos alternativos. Una gestión integral y coordinada entre los diferentes territorios permitiría asegurar la disponibilidad de agua tanto espacial como temporalmente.
Por otro lado, queda todavía un amplio recorrido en el perfeccionamiento de las tecnologías tanto para optimizar el consumo, como para mejorar los sistemas de almacenamiento y transporte, facilitar la gobernanza del recurso y obtener fuentes alternativas de suministro.
Por último, extendiendo las buenas prácticas que ya se están empleando en las regiones con recursos más limitados se podrían alcanzar notables avances en otros territorios con características similares. Hay que destacar que Almería y Andalucía son referentes internacionales en la producción agraria, la mayor parte de la misma vinculada al regadío. Aspecto especialmente relevante si tenemos en cuenta que una gran parte de las regiones del planeta que van a experimentar mayores desarrollos agroalimentarios cuentan con unas condiciones agroambientales similares a las de nuestra Comunidad, especialmente en lo que se refiere a la aridez del clima y a la variabilidad de las precipitaciones.
Todas estas razones nos hacen confiar que el desarrollo de nuevas tecnologías y nuevas empresas relacionadas con el agua contribuirá a mejorar el tejido empresarial, contando con buenas expectativas de negocio tanto dentro del mercado nacional como, y sobre todo, en la exportación de dichas tecnologías a diferentes partes del mundo.
3. Justificación de la Incubadora de Alta Tecnología
La estructura de apoyo a la innovación agroalimentaria de Cajamar se crea en el año 1975, como una contribución al desarrollo tecnológico, la optimización del uso de los recursos productivos, la formación y capacitación profesional de los agricultores y la organización de los productores en estructuras cooperativas para abordar proyectos de transformación y comercialización en común.
Desde entonces hemos apostado por la innovación técnica y social como estrategia para conseguir un desarrollo sostenible en el que se aborden los tres ámbitos del mismo: el económico, el social y el medioambiental.
En todo el recorrido hemos buscado la cooperación con aquellos agentes con los que coincidíamos en aspiraciones y objetivos, trabajando de manera colaborativa en la búsqueda de agentes con los que hemos ido construyendo este entorno de innovación: los agricultores y sus organizaciones, las empresas de la industria auxiliar y organismos públicos y privados de investigación.
Como resultado de este modelo de trabajo cabe destacar que durante el año 2017 se han desarrollado en nuestros centros 104 proyectos en los que han colaborado 164 organizaciones.
También se han celebrado un total de 150 actividades de transferencia en las que han participado más de 10.000 profesionales. Así como 265 visitas realizadas a las Estaciones Experimentales de Cajamar en Almería y Valencia por 4.186 profesionales procedentes de 40 países.
Con la puesta en marcha de la Incubadora de Alta Tecnología en la Innovación Tecnológica y la Gestión Sostenible del Agua queremos desarrollar un nuevo enfoque de promover la innovación, mediante el apoyo a los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas y fomentando la creación de start-ups. Para ello nos hemos planteado los siguientes objetivos:
Crear una infraestructura de incubación y transferencia tecnológica a pymes relacionada con la gestión sostenible de los recursos hídricos.
Mejorar la competitividad de las empresas, la transferencia de tecnología, el impulso de la internacionalización y de las actividades de I+D+i de las empresas incubadas.
Contribuir de manera rigurosa y profesional a la evaluación y financiación de proyectos relacionados con la gestión de los recursos hídricos, innovadores, escalables y con proyección internacional.
Trabajar en red y promover la cooperación interregional y la colaboración con los diferentes agentes de innovación y transferencia, así como el intercambio de buenas prácticas con otras redes de transferencia internacionales.
Promover la creación de empresas con un alto potencial de crecimiento y capaces de generar altas rentabilidades.
Desarrollar soluciones transversales a uno de los grandes desafíos globales (escasez de recursos hídricos) al integrar sectores e instrumentos financieros que contribuyan al crecimiento inteligente, sostenible e integrador.
4. ¿Cómo funcionará?
El apoyo recibido por los Fondos FEDER, a través de la convocatoria realizada por la Fundación INCYDE, tiene una duración de cinco años. No obstante, existe un firme compromiso de Cajamar para darle continuidad al proyecto y que este modelo de fomento de la innovación se vaya trasladando a otros ámbitos en los que trabajan nuestras Estaciones Experimentales.
Se va a crear una infraestructura específica para la incubación y aceleración de empresas, que estará localizada en la Estación Experimental de Cajamar. Será un espacio de aprendizaje, desarrollo, prototipado y validación de ideas de negocio, además de un lugar de encuentro para emprendedores y potenciales inversores capaces de transformar ideas en modelos de negocio competitivos. También será un lugar donde generar e intercambiar conocimientos y contactos.
Los servicios de incubación y aceleración consistirán en:
Programas de fomento de la innovación mediante acciones formativas de mapeo de soluciones tecnológicas, desarrollo, prototipado y validación de proyectos tecnológicos. Asimismo, están incluidas actividades de formación relacionadas con el fomento de la cultura emprendedora e innovadora y programas de transferencia de las tecnológicas de última generación.
Actuaciones de mentorización con el apoyo en la implementación de estudios de viabilidad y planes de negocios, gestión empresarial, comunicación, planificación, dirección estratégica, cuestiones técnicas vinculadas, procesos de innovación y gestión de proyectos de I+D+I, transferencia tecnológica e intercambios de información científico-tecnológica, marketing y análisis de mercados.
Actuaciones de networking e internacionalización que consistirán en la búsqueda de socios y alianzas, identificación de clientes, evaluación de potenciales mercados, atracción de los primeros clientes y estrategias de difusión.
Actuaciones de acceso a la financiación que incluyen formación en argumentos de ventas y presentación a inversores, consultoría financiera y actividades para el acceso a líneas de financiación pública y organización de foros de inversión en los que se pondrán en contacto empresas y particulares,business angels, fondos de capital riesgo, etc.
Las principales áreas temáticas en las que se centrarán los esfuerzos de incubación van a ser:
Generación de los recursos hídricos: captación, distribución, acuíferos, desalación, depuración y regeneración.
Eficiencia en la gestión de los recursos hídricos: fertirrigación, sensores, teledetección, equipos de control, hidráulica, automatización, visión artificial y nuevos materiales.
Energía y medioambiente: energías renovables, optimización energética, almacenamiento agua/energía, economía del agua y huella hídrica.
Digitalización, gestión y gobernanza del agua.
5. Objetivos
Los objetivos planteados consisten en la participación de 600 empresas en las distintas iniciativas a desarrollar durante los próximos 5 años, el apoyo a más de 150 empresas vinculadas con las tecnologías del agua y la creación de 39nuevas empresas. Con todo ello se espera un aumento del empleo de más de 260 personas.
6. Red de apoyo a la Incubadora
Durante el proceso de preparación del proyecto se han recibido un total de 80 cartas de apoyo procedentes tanto de organismos públicos como de Universidades y de empresas privadas.
Contamos, además, con 57 acuerdos de colaboración con diferentes entidades públicas, empresas, instituciones y centros de investigación en las temáticas centrales para el desarrollo de la Incubadora.
La finalidad principal de todos estos acuerdos y colaboraciones es enmarcar el trabajo de generación, transferencia y asesoramiento que Cajamar realiza como facilitadores dentro del ecosistema de innovación tecnológica; conscientes de que el trabajo colaborativo y en red es imprescindible para que la transferencia de conocimientos y tecnologías respondan a las necesidades y demandas reales de los sectores socio-económicos.