Ante la nueva etapa que se abre con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con problemas acuciantes que están afectando de forma irreversible a nuestra forma de vida (cambio climático, eficiencia energética, restricciones en el acceso al agua potable, altas tasas de desempleo estructural, estancamiento secular…), el Grupo Cooperativo Cajamar (GCC) consideró necesario alinear su modelo de negocio de cara a la consecución de los ODS y reafirmar de esta forma su compromiso con el desarrollo sostenible, uno de los principios sobre los que se sustenta su misión y visión. En concreto, la misión del GCC establece como objeto de su actividad la creación de soluciones financieras orientadas al desarrollo económico y al progreso social, siempre teniendo presente, entre otros, el principio de la sostenibilidad, que queda expresamente reflejado en el objetivo número 8 de los ODS: “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”.
La naturaleza social y cooperativa del GCC ha permitido orientar de forma sistemática su actividad hacia los principios de la economía social, el cooperativismo, el apoyo a los sistemas productivos locales y el desarrollo local sostenible. Por este motivo, en 2015, la Entidad integró inmediatamente los ODS en su política de RSC, incluyendo en su hoja de ruta el despliegue de políticas, medidas e instrumentos que permitieran identificar, promover y medir su aportación a la consecución de los ODS a través de la metodología SDG Compass. Todo ello partiendo de un análisis de los riesgos y potencialidades del entorno y de la Entidad, cotejándose dicho análisis con estudios realizados hasta el momento sobre los aspectos materiales relacionados con el grado de consecución de los objetivos por países.
El siguiente paso fue, a partir del análisis de la cadena de valor del GCC y de la subsecuente determinación de las externalidades negativas y positivas de su actividad, identificar las metas asociadas a los ODS que aplicaban a su modelo de negocio y a su propia naturaleza. Y una vez identificadas dichas metas se definió un mapa de materialidad en el que se fijaba tanto la relevancia de cada uno de los ODS para el modelo de negocio del GCC como el recorrido de los ODS en el entorno del GCC.
Del análisis de materialidad emergieron dos grupos de prioridades. El primero estaría relacionado con los objetivos y metas relativas a la promoción del empleo, el crecimiento económico y la industrialización e innovación inclusivas. El segundo grupo estaría relacionado con la mejora de la eficiencia en el uso del agua y en el consumo de energía, conjuntamente con la desertificación y con la rehabilitación de las tierras y suelos degradados. Este último grupo entroncaría con el papel de los sectores agrícola y agroindustrial en la estrategia del GCC, y todo ello teniendo presente la transversalidad de la agricultura en la consecución de los ODS.