Este martes ha tenido lugar lugar en Madrid el Evento Anual del Spainsif, el foro de referencia en España sobre la Inversión Socialmente Responsable (ISR). En dicho evento, en el que participaron cerca de 300 personas entre profesionales de mundo de las gestoras de instituciones de inversión colectiva, del sector bancario y del ámbito académico, se abordaron temas tan cruciales para la ISR como las oportunidades de la inversión sostenible, las herramientas para la gestión y la fiscalidad de la ISR.
Una mesa redonda a destacar, en la que participó el Grupo Cooperativo Cajamar, es la utilización de los criterios ASG (criterios ambientales, sociales y de gobierno) en los activos alternativos, entendiéndose por alternativos en el ámbito de la inversión aquellos distintos a los bonos, las acciones y los depósitos (efectivo). Serían activos alternativos los fondos de inversión, el capital riesgo, los bienes inmuebles, las materias primas, la compra de derechos sobre indemnizaciones judiciales, etc., estando muy presentes en la inversión institucional en Estados Unidos y contando con un gran recorrido en Europa, donde los límites entre los activos tradicionales y los alternativos se difuminan cada vez más. Entre las principales razones de por qué este tipo de activos han pasado a un primer plano en la inversión institucional podríamos destacar: la incertidumbre, los bajos tipos de interés, la política monetaria ultraflexible o los problemas económicos no resueltos.
Por regla general, los activos alternativos son menos líquidos que los activos convencionales, mucho menos volátiles, cuentan con una menor regulación y transparencia, presentan mayores dificultades para calcular su rendimiento y encontrar datos históricos, y requieren de un análisis más detallado y un conocimiento más profundo del sector para invertir en ellos. Además, tienen una baja correlación con los activos tradicionales, por lo que son ideales para proteger y diversificar carteras y contribuyen a expandir la frontera eficiente de inversión.
El enfoque que planteó el Grupo Cajamar en el Evento estuvo circunscrito a la agricultura como inversión, pues no hay que olvidar que la Entidad cuenta con una cuota de mercado en el “sector agro” (sector agropecuario más rama de la industria agroalimentaria) de alrededor del 17% en España. Además, el papel de la agricultura va a ser estratégico y transversal en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. No hay otro sector económico que esté más presente y arraigado en los ODS como el sector agrícola. La agricultura afecta a la pobreza, el hambre, la pérdida de diversidad, el cambio climático, el empoderamiento de la mujer, etc.
Según el Savills Global Farmland Index, la tierra agrícola se ha convertido en uno de los activos alternativos más lucrativos y estratégicos del mercado, incrementando su valor a razón del 20% anual en la última década. Además, los retornos promedios anuales de la inversión agrícola en las últimas cuatro décadas ha superado el 10%, en tanto que indicadores como el S&P 500, para el mismo periodo, han obtenido retornos algo superiores al 6%.