Un año después, y con la progresiva adhesión de más entidades financieras, los Principios de Banca Responsable se han consolidado como el estándar mundial de lo que implica ser una entidad responsable, y los avances en su implementación han constatado su utilidad para incorporar la sostenibilidad a todas las áreas del negocio bancario. De ello hablamos con Bernabé Sánchez-Minguet, consejero del BCC-Grupo Cajamar, presidente de nuestro Comité de Sostenibilidad.
Ha pasado un año desde que nuestro Grupo se adhirió como signatario fundador. ¿Qué balance puede hacerse de este año?
Ante todo, creo que es importante destacar que estos Principios de Banca Responsable fueron desarrollados por el propio sector bancario, en colaboración con la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI) y con la participación de numerosas instituciones representando a grupos de interés relacionados con el sector. Todo ello con la finalidad de que estos Principios sirvan de guía a la industria bancaria mundial para facilitar su desempeño responsable y garantizar su contribución hacia un futuro más sostenible, alineadas con los objetivos contemplados en la Agenda 2030 y el acuerdo de París para frenar el cambio climático.
Ahora hace un año que estos Principios de Banca Responsable fueron presentados en Nueva York, durante la Asamblea General de Naciones Unidas, y 130 entidades financieras nos comprometimos en ese primer momento, convencidos de que para lograr un objetivo tan ambicioso es necesario aunar esfuerzos. A lo largo de este año, nuevas entidades se han sumado a este compromiso y hoy en día somos más de 190 entidades de crédito en 54 países las que, adheridas a esta iniciativa, estamos comprometidos con la sostenibilidad, la transparencia y la cooperación.
Durante este año se han ido incorporando nuevas mejoras y propuestas al marco documental que da soporte a los Principios, como una guía de implementación, plantillas de autoevaluación, etc. También, se ha desarrollado una herramienta, que hemos estado testando, y que nos va a facilitar a todas las entidades financieras realizar un adecuado análisis de impacto de nuestra actividad para centrarnos en aquellas áreas donde podamos lograr una diferencia más significativa en favor de los intereses de nuestras comunidades.
Por otra parte, la labor de difusión de los Principios ha dado resultados muy satisfactorios, ya que, además de los nuevos bancos que se han ido incorporando, también han sido numerosos los grupos de representantes de la sociedad civil que se han acercado e involucrado en este proyecto en el que sus grupos de interés están llamados, asimismo, a jugar un papel esencial.
Por último, en este balance del primer año, tenemos que hacer mención a la situación extraordinaria provocada por la aparición de la covid-19, ante la que las entidades estamos demostrando ser una referencia y un apoyo eficaz para la comunidad.
¿Existe alguna forma de comprobar que las entidades están cumpliendo los compromisos adquiridos con su adhesión a los Principios de Banca Responsable?
La transparencia y la rendición de cuentas es precisamente uno de los seis Principios, y una base fundamental de esta iniciativa. Por este motivo se han establecido mecanismos de control en los que se hace participe a la sociedad civil, que incluyen evaluaciones periódicas de los progresos individuales y colectivos. En nuestro caso, tenemos previsto que el próximo Informe de Sostenibilidad incluya esta autoevaluación, que será sometida a verificación externa e independiente.
Adicionalmente, se han diseñado procesos para reconducir la situación de aquellas entidades que no estén cumpliendo con sus compromisos, y se han establecido órganos de control en los que participan, como comentaba, miembros de la sociedad civil, que garantizan la credibilidad del marco establecido y que supervisan la aplicación efectiva de los Principios.
¿Qué avances destacaría sobre nuestro Grupo en este primer año?
En clave interna hacemos un balance muy positivo. Hay un plazo flexible de cuatro años para la implementación plena por parte de cada entidad, desde que esta firma su adhesión, de forma que su aplicación sea posible en cualquier tipo de banco independientemente de su tamaño y de su modelo de negocio. No obstante, en nuestro Grupo, con el propósito de acelerar su puesta en marcha, hemos elaborado un plan de acción que contempla la revisión y análisis de la relación de nuestro modelo de negocio y actividad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, hemos incluido un propósito corporativo directamente vinculado a la sostenibilidad y se ha constituido un Comité de Sostenibilidad en el que participan miembros de la alta dirección.
Además, apoyándonos en la colaboración y recursos generados por la comunidad de bancos signatarios, estamos terminando de identificar aquellas áreas que son más significativas para nosotros en base del tipo de actividad, clientes y el contexto en el que desarrollamos nuestro desempeño financiero y social. Esto, nos va a permitir fijar nuestros propios objetivos con el mayor impacto posible en nuestro entorno.
También hemos logrado impulsar otras iniciativas en el ámbito de nuestro negocio, como son la paulatina integración de los riesgos climáticos en la gestión global del riesgo, el avance en el análisis del nivel de carbonización de la cartera de crédito, la integración de los informes de sostenibilidad en grandes operaciones corporativas o la definición de unos marcos de referencia para nuestras futuras emisiones de bonos sociales y bonos verdes.
Todas estas decisiones vienen a ratificar el compromiso que venimos materializando desde hace décadas, en nuestro entorno de actuación, con las economías locales y con los sistemas productivos locales, a partir de nuestro modelo de banca cooperativa.
Con todo ello, en esta ocasión, el sector bancario pasa por ser la solución y no el problema…
Así es. Vivimos momentos cruciales, y somos conscientes de la responsabilidad de nuestro sector para orientar de forma adecuada los flujos financieros hacía una economía descarbonizada, digital y más equitativa, en la transición hacia un mundo más sostenible.
Los Principios de Banca Responsable constituyen la primera iniciativa que ha logrado unir en este propósito a más de 190 entidades de crédito. Una comunidad a la que cada día se le suman nuevos miembros y que en la actualidad dan servicio a más de 1.600 millones de clientes en el mundo y representan cerca del 40 % de los activos bancarios mundiales.
Esto convierte a los Principios de Banca Responsable en una palanca de cambio con gran potencial, y desde el Grupo Cooperativo Cajamar podemos estar orgullosos de haberlos apoyado desde el principio. En primer lugar, como endosantes, cuando los Principios eran un proyecto; más tarde, ratificándolos como uno de los bancos signatarios fundadores, y en la actualidad trabajando para su plena implementación en nuestro Grupo y cooperando con el resto de entidades para aportar nuestro granito de arena y hacer de este mundo un lugar más sostenible.
Creo que es importante que todos los que conformamos este Grupo, y especialmente los que tienen un trato directo con socios y clientes, se sientan protagonistas de nuestro modelo de banca ética, responsable y sostenible, y que así sea percibido por la comunidad en la que operamos.